martes, junio 28, 2005
De vuelta al siglo 19
He güelto, como diría el mítico Cálico. Y ahora he dejado atrás la locura para rodearme de sombras, bosques oscuros, terror, fantasía y romanticismo. Quizá como efecto del viaje a los hermosos parajes de Santander haya vuelto a mi estilo antiguo olvidándome (nunca definitivamente) del surrealismo. Asique prçoximamente volveremos con el verso
miércoles, junio 15, 2005
El principio del fin
El bardo se ha metido en la infromática, y miles de unos y ceros chiquitines acudirán a vustro encuentro para tomar la forma de acorde menor. Mil paranoias hacen ver mas claro el horizonte que un pensamiento lúcido.
Pero no pretendais que vustro humlide siervo se convierta en el guardián de las palabras. dejemos que fluyan libres por los cauces de nuestra mente. Refugiémonos en el 22 de la Avenida de la Acacia para charlar un poco con Frankenstein y el Fantasma de la Opera.
The wind is the breath of...no, no me acuerdo. Como soy un pianista esquizoide que cambia de humor cada cinco minutos imaginad que vuestra alma se va a divertirse al callejón del gato y no hagais caso al lado racional. Si existe, mejor dejarle dormir.
Cuando abres tu corazón a alguien, necesariamente tiene que sangrar, pero las fábricas de tiritas no cierran.
¿no?
Pero no pretendais que vustro humlide siervo se convierta en el guardián de las palabras. dejemos que fluyan libres por los cauces de nuestra mente. Refugiémonos en el 22 de la Avenida de la Acacia para charlar un poco con Frankenstein y el Fantasma de la Opera.
The wind is the breath of...no, no me acuerdo. Como soy un pianista esquizoide que cambia de humor cada cinco minutos imaginad que vuestra alma se va a divertirse al callejón del gato y no hagais caso al lado racional. Si existe, mejor dejarle dormir.
Cuando abres tu corazón a alguien, necesariamente tiene que sangrar, pero las fábricas de tiritas no cierran.
¿no?
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