viernes, mayo 09, 2008

La gran mentira

No me gusta mentir, mi conciencia me puede.

Pero tenía prisa por llegar a casa: la alergia me cosquilleaba la nariz, mi carpeta y mi libro pesaban cada vez más, el calor me ahogaba y estaba muy cansado.

A mitad de camino una chica, muy simpática ella, me dijo que estaba haciendo una investigación sobre la cerveza. ¿Bebía yo cerveza?




Respondí que no.


Que los dioses de Franziskaner, Erdinger, Weihenstephaner, Gulden Draak, Guinness y Hoegaarden, entre muchas otras, me perdonen.